Esa testaruda obsesión de llamar
a las cosas por su nombre,
de coger a las ansias
para esclavizarlas siempre.
Ese apetito voraz vestido de reflejo,
ese hielo ardiendo por risa
esa farsa hueca por mirada
esa nada
en medio de todo.
Esa locura encerrada en vidrio
tiritando ruidos,
mientras el hierro, todopoderoso
-la sangre huele siempre a su óxido-
se bebía la libertad
en el juego de la noche.
Qué poco me interesa nada.
Cuánto me interesa todo.
"Cuando duermo todas las noches,
ResponderEliminar¿cómo me llamo o no me llamo?
¿Y cuando me despierto quién soy
si no era yo cuando dormía?
Esto quiere decir que apenas
desembarcamos en la vida,
que venimos recién naciendo,
que no nos llenemos la boca
con tantos nombres inseguros,
con tantas etiquetas tristes,
con tantas letras rimbombantes,
con tanto tuyo y tanto mío,
con tanta firma en los papeles.
Yo pienso confundir las cosas,
unirlas y recién nacerlas
entreverarlas, desvestirlas,
hasta que la luz del mundo
tenga la unidad del océano,
una integridad generosa,
una fragancia crepitante."
(Pablo Neruda)
Y ya está.
Desde luego... Nada que añadir.
ResponderEliminarO sí...: MIL GRACIAS, ALEX, siempre compartiendo lo mejor con todos. GRACIAS.
Un abrazo.
Me ha encantado Lola. Esto de estar ocupada con la Uni me hace estar algo desaparecidilla. Tengo mono de vosotros :)
ResponderEliminarPronto nos vemos en vuestro recital
ResponderEliminarSUERTE CON LA UNI, CAMPEONA!!!