Rueda cuesta abajo la confianza
e inunda la pendiente de caídas.
Llega sin esfuerzo a la rejilla
que le abre el camino sin retorno.
Al verlo, desde cerca,
no deja de ser curioso
cómo aquel minúsculo río turbio
murmulla la misma música
que serpentea, en el otoño,
las veredas de La Alhambra.
Es la letra.
La única diferencia es la letra
(que lleva el agua en las venas).
lunes, 30 de junio de 2008
domingo, 29 de junio de 2008
Música y peces
Y qué musicalidad tiene la palabra anhelo:
anhelo, anhelo, anhelo...
Suena de manera parecida a anzuelo.
Pero ahí -tal vez- radique la diferencia:
nunca termina por picar
en el acorde necesario
de la armonía fácil.
anhelo, anhelo, anhelo...
Suena de manera parecida a anzuelo.
Pero ahí -tal vez- radique la diferencia:
nunca termina por picar
en el acorde necesario
de la armonía fácil.
sábado, 28 de junio de 2008
Espero impaciente
... vestida de junio.
Hay albero sobre los adoquines de la Alameda.
El sol cae sobre la acera de siempre.
La taza sigue caliente. Ahora,
todo tarda más en enfriarse.
La misma mosca va y vuelve de mi brazo a la mesa.
El mundo transcurre lento, frente a mi impaciencia
que hace lo imposible por irse
en el vuelo del primer gorrión que se acerca.
Hay albero sobre los adoquines de la Alameda.
El sol cae sobre la acera de siempre.
La taza sigue caliente. Ahora,
todo tarda más en enfriarse.
La misma mosca va y vuelve de mi brazo a la mesa.
El mundo transcurre lento, frente a mi impaciencia
que hace lo imposible por irse
en el vuelo del primer gorrión que se acerca.
domingo, 22 de junio de 2008
Andújar, 20 de junio de 2008
Había una vez una niña (aunque podía haber sido un niño) que en vez de corazón,
tenía bolsas de plástico en el pecho.
Latían como podían, para bombear la vida. Pero la vida era lo más parecido a la licra: estiraba todo cuanto podía, pero siempre volvía al mismo sitio, sin emociones.
Todo estaba hecho.
Así que, un día, cansada la niña de tanta fibra que no era sensible, decidió abrir una ventana al mundo, por la que salieran sus miedos y sus espinas.
También su esperanza.
No supo exactamente nunca el porqué, pero el mundo la acogió bien, como a una más... (etc.)
Tú
Endulzo cada tilde con la tarde,
como quien moja un barquillo en el té
durante el instante que dura el beso.
-Qué frágiles resultan estas golosinas
y lo pronto que se desmoronan-,
¿o eran las horas, que se enredaban solas?
Saboreo sin complejos ese último sorbo
echando un pulso distraido al tiempo
-dices que siempre gana. Y te creo-.
Pero aquí, de momento, solo estamos tú y yo
mientras el reloj de sol se derrite de celos
en este junio desbocado que termina siempre
llevándome a ti.
¿Y qué, si mañana será otro día?:
Los renglones aceptan la ocasión del reencuentro
para vaciar el rincón lleno de ganas
entre el espacio de cada palabra
y la que sigue, contigo.
Solo contigo.
Sin punto y final
como quien moja un barquillo en el té
durante el instante que dura el beso.
-Qué frágiles resultan estas golosinas
y lo pronto que se desmoronan-,
¿o eran las horas, que se enredaban solas?
Saboreo sin complejos ese último sorbo
echando un pulso distraido al tiempo
-dices que siempre gana. Y te creo-.
Pero aquí, de momento, solo estamos tú y yo
mientras el reloj de sol se derrite de celos
en este junio desbocado que termina siempre
llevándome a ti.
¿Y qué, si mañana será otro día?:
Los renglones aceptan la ocasión del reencuentro
para vaciar el rincón lleno de ganas
entre el espacio de cada palabra
y la que sigue, contigo.
Solo contigo.
Sin punto y final
Sin juicio(S)
Siempre habrá un albatros caído
desplegando las alas en cubierta,
y un marinero que lo provoque
dándole con la pipa en su pico,
dijo el poeta.
Y un pelícano hambriento
con el buche vacío,
una golondrina atormentada
enlutada desde el nacimiento,
un cernícalo insistente...
insistente, insitente...
Y un sambenito, ofertado en pública subasta,
para cualquier Ícaro divinamente humano
que no pretendió volar alto:
sólo lo hacía para sí.
____________________________
PD-1. Volaremos.
PD-2. Adoro al héroe sin perfume.
Huele mejor que los dioses.
desplegando las alas en cubierta,
y un marinero que lo provoque
dándole con la pipa en su pico,
dijo el poeta.
Y un pelícano hambriento
con el buche vacío,
una golondrina atormentada
enlutada desde el nacimiento,
un cernícalo insistente...
insistente, insitente...
Y un sambenito, ofertado en pública subasta,
para cualquier Ícaro divinamente humano
que no pretendió volar alto:
sólo lo hacía para sí.
____________________________
PD-1. Volaremos.
PD-2. Adoro al héroe sin perfume.
Huele mejor que los dioses.
lunes, 16 de junio de 2008
Encuentro
El próximo miércoles 18 de junio, a las 20 horas, en la sede de la Institución Literaria Noches del Baratillo y Baratillo Joven CreAcciÓn Poética (c/ Macasta nº 28 - Barrio de San Julián , Sevilla), se celebrará un encuentro con el poeta, escritor y crítico literario Francisco Vélez Nieto.
Organiza el Grupo Poético Baratillo Joven - CreAcciÓn Poética.
Una vez más, merece la pena.
Organiza el Grupo Poético Baratillo Joven - CreAcciÓn Poética.
Una vez más, merece la pena.
domingo, 15 de junio de 2008
Norte y Sur
Se me quedó la médula sin adjetivos
en medio de la intimidad del agua
que buscaba, en el fuego,
aquella imposible coexistencia pacífica.
******
Se me quedaron vacíos los rincones
en el bar de la plaza,
donde la muerte es cosa de hombres
y las mujeres, mejor de lejos
y en fila.
Al pájaro que cayó del nido la otra tarde, antes de que Él lo convirtiera en piedra y a mí me dejara seca.
en medio de la intimidad del agua
que buscaba, en el fuego,
aquella imposible coexistencia pacífica.
******
Se me quedaron vacíos los rincones
en el bar de la plaza,
donde la muerte es cosa de hombres
y las mujeres, mejor de lejos
y en fila.
Al pájaro que cayó del nido la otra tarde, antes de que Él lo convirtiera en piedra y a mí me dejara seca.
lunes, 9 de junio de 2008
Que se rompan...
Que se rompan los momentos,
los cuadernos, las urracas de lenguas negras,
las bombillas de las luces de la miseria.
Que se rompan los momentos que crujen en silencio,
como los rabos de la lagartija que sigue viva,
a pesar de verse abandonada por sus restos.
Que se rompan todos como alma que lleva el diablo
por las calles de tres aceras
donde la de en medio, siempre está indecisa
y sola.
Que se rompa todo...
MENOS TÚ.
A Saray Pavón que es muchas cosas, pero sobre todo, artista del vivir
los cuadernos, las urracas de lenguas negras,
las bombillas de las luces de la miseria.
Que se rompan los momentos que crujen en silencio,
como los rabos de la lagartija que sigue viva,
a pesar de verse abandonada por sus restos.
Que se rompan todos como alma que lleva el diablo
por las calles de tres aceras
donde la de en medio, siempre está indecisa
y sola.
Que se rompa todo...
MENOS TÚ.
A Saray Pavón que es muchas cosas, pero sobre todo, artista del vivir
miércoles, 4 de junio de 2008
PASOS - LECTURA POÉTICA
Este viernes día 6, a las 19,00 horas, en el salón de actos de la Biblioteca Municipal Infanta Elena de Sevilla, el grupo poético Baratillo Joven CreAcción poética se reunirá para compartir con el público que quiera asistir la palabra vestida de poema.
La entrada es gratuita y la ocasión lo merece.
Poesía textil (y fluvial)
Tuve frío
y llegaste para
abrazarme
con palabras a medida.
Pero no fue suficiente.
Entonces desbarataste la realidad
para incendiar las pausas
y arroparme
con los signos de un alfabeto nuevo.
Tampoco bastó el intento.
Trajiste mil acentos distintos
para tejer cien texturas amables
y arrojar de Babilonia
unas líneas de la palma de mi mano.
*****
y llegaste para
abrazarme
con palabras a medida.
Pero no fue suficiente.
Entonces desbarataste la realidad
para incendiar las pausas
y arroparme
con los signos de un alfabeto nuevo.
Tampoco bastó el intento.
Trajiste mil acentos distintos
para tejer cien texturas amables
y arrojar de Babilonia
unas líneas de la palma de mi mano.
*****
Pero
no existe
el tapiz
capaz
de abrigar
al río
que,
por contra,
es
y será
frío.
*****
no existe
el tapiz
capaz
de abrigar
al río
que,
por contra,
es
y será
frío.
*****
Aeropuerto I
"Primero los niños y las personas de movilidad reducida",
dijo la azafata con voz de eco.
Y la esposa triste,
la amiga sin música
el hombre vacío,
la chica sin olor,
y el señor que pensaba en las ausencias
se miraron de reojo
al fondo, siempre los últimos...
mientras se agolpaban en el mostrador de facturación
junto a la puerta de embarque,
varias decenas de viajeros
roncos de gritar socorro.
dijo la azafata con voz de eco.
Y la esposa triste,
la amiga sin música
el hombre vacío,
la chica sin olor,
y el señor que pensaba en las ausencias
se miraron de reojo
al fondo, siempre los últimos...
mientras se agolpaban en el mostrador de facturación
junto a la puerta de embarque,
varias decenas de viajeros
roncos de gritar socorro.
(A) Ellas
Llevaban a una niña de seis años, sagrando por la nariz, de aquellas hemorragias crónicas que la debilidad provocaba. Subidos en el coche, el practicante del pueblo guiaba al conductor para llegar al sanatorio más cercano, desde ******, antes de que la noche hiciera acto de presencia.
Los pararon a la mitad del camino, en aquella carretera borracha de curvas, en medio del campo. Iban armados todos. Hasta Ella, una republicana, de izquierdas, de 14 años, que se empeñaba en lograr que su hermana tuviera atención médica inmediata para no morir desangrada.
Me contó que aquellos desconocidos que olían a muerte los dejaron pasar, tal vez complacidos del daño de aquella niña medio muerta.
***********************************
Sé que Ella oyó por la radio, aquella tarde gris de odio, cómo una voz tan asesina como enérgica daba la orden de seguir y matar a su hermano, que había escapado por la sierra de *******. En ese mismo instante, -los segundos que tarda en oirse el apellido propio en el aire sembrado de muerte- el párpado derecho se le cayó para siempre, mientras su alma monárquica y de derechas, rodaba sin remedio aún más abajo.
**********************************
Los pararon a la mitad del camino, en aquella carretera borracha de curvas, en medio del campo. Iban armados todos. Hasta Ella, una republicana, de izquierdas, de 14 años, que se empeñaba en lograr que su hermana tuviera atención médica inmediata para no morir desangrada.
Me contó que aquellos desconocidos que olían a muerte los dejaron pasar, tal vez complacidos del daño de aquella niña medio muerta.
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Sé que Ella oyó por la radio, aquella tarde gris de odio, cómo una voz tan asesina como enérgica daba la orden de seguir y matar a su hermano, que había escapado por la sierra de *******. En ese mismo instante, -los segundos que tarda en oirse el apellido propio en el aire sembrado de muerte- el párpado derecho se le cayó para siempre, mientras su alma monárquica y de derechas, rodaba sin remedio aún más abajo.
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Des+en+laz+ad+o+s y desenlaces)
... Sufría tanto con aquel dolor de cabeza,
tanto,
que Ella le sugirió -por favor, siempre por favor-
que le aliviase del peso de varias metáforas,
porque la abatían en exceso.
Entonces Él, siempre con su mejor intención,
siempre,
tomó con exquisita delicadeza -de cortesía británica-,
aquel espejo roto con el que
le sesgó el cuello sin miramientos.
Apretó todo lo que pudo hasta cortar
finamente
-no podía haber sido de otra manera-
aquel cuello incapaz de seguir erguido,
carente ahora de toda posibilidad.
Dicen que su corazón, agradecido, descansó
por fin
-siempre hay un final-
de aquella literatura vital
que lo había hecho preso.
Dicen que Él, inmediatamente,
dibujó una onomatopeya de flores
hecha de piedras,
y se colocó aquella guirnalda de dolor
para recordarla siempre.
Y aunque le angustiaba el peso ,
era el chasquido que provocaban al rozarse
lo que más le molestaba,
en el intento desesperado
de encontrar
de nuevo
aquella inspiración
que nunca más volvió.
1ª VERSIÓN PARA UN FINAL
Después de algún tiempo que le conozco,
hoy me ha dicho que
siente un peso terrible en sus hombros
y con una exquisita dulzura me ha pedido
que le alivie de unas onomatopeyas que dice
que chapurrean siempre un nombre.
He roto un espejo en mil pedazos
me he acercado con cariño
y se lo he puesto delante de la cara.
Ha dejado escapar una sonrisa
que me ha olido a violeta,
le he besado como nunca y
hemos sembrado el pasillo de guiones
-hechos de aquellas piedras-
camino del dormitorio.
2ª VERSIÓN PARA UN FINAL
Dicen que, con el tiempo,
encontró a quien describir
aquel peso que sentía en la cabeza
mientras sugería
-por favor, siempre por favor-...
tanto,
que Ella le sugirió -por favor, siempre por favor-
que le aliviase del peso de varias metáforas,
porque la abatían en exceso.
Entonces Él, siempre con su mejor intención,
siempre,
tomó con exquisita delicadeza -de cortesía británica-,
aquel espejo roto con el que
le sesgó el cuello sin miramientos.
Apretó todo lo que pudo hasta cortar
finamente
-no podía haber sido de otra manera-
aquel cuello incapaz de seguir erguido,
carente ahora de toda posibilidad.
Dicen que su corazón, agradecido, descansó
por fin
-siempre hay un final-
de aquella literatura vital
que lo había hecho preso.
Dicen que Él, inmediatamente,
dibujó una onomatopeya de flores
hecha de piedras,
y se colocó aquella guirnalda de dolor
para recordarla siempre.
Y aunque le angustiaba el peso ,
era el chasquido que provocaban al rozarse
lo que más le molestaba,
en el intento desesperado
de encontrar
de nuevo
aquella inspiración
que nunca más volvió.
1ª VERSIÓN PARA UN FINAL
Después de algún tiempo que le conozco,
hoy me ha dicho que
siente un peso terrible en sus hombros
y con una exquisita dulzura me ha pedido
que le alivie de unas onomatopeyas que dice
que chapurrean siempre un nombre.
He roto un espejo en mil pedazos
me he acercado con cariño
y se lo he puesto delante de la cara.
Ha dejado escapar una sonrisa
que me ha olido a violeta,
le he besado como nunca y
hemos sembrado el pasillo de guiones
-hechos de aquellas piedras-
camino del dormitorio.
2ª VERSIÓN PARA UN FINAL
Dicen que, con el tiempo,
encontró a quien describir
aquel peso que sentía en la cabeza
mientras sugería
-por favor, siempre por favor-...
lunes, 2 de junio de 2008
Míralos a ellos, los desconocidos
Míralos a ellos, los desconocidos,
tropezando los inventos por el camino.
Míralos a ellos,
los desconocidos,
los desconocidos,
los desconocidos...
Bienaventurados los que se niegan
a llamar a las cosas por su nombre
porque de ellos será la gramática libre.
Sólo necesitan respirarla
para que emanen polisemias
vestidas de sinestesias
-mejor calientes, y entre frutas-.
A Mario Barranco,
precipicio poético.
tropezando los inventos por el camino.
Míralos a ellos,
los desconocidos,
los desconocidos,
los desconocidos...
Bienaventurados los que se niegan
a llamar a las cosas por su nombre
porque de ellos será la gramática libre.
Sólo necesitan respirarla
para que emanen polisemias
vestidas de sinestesias
-mejor calientes, y entre frutas-.
A Mario Barranco,
precipicio poético.
Monó(a)logo (in)anterior
Esa testaruda obsesión de llamar
a las cosas por su nombre,
de coger a las ansias
para esclavizarlas siempre.
Ese apetito voraz vestido de reflejo,
ese hielo ardiendo por risa
esa farsa hueca por mirada
esa nada
en medio de todo.
Esa locura encerrada en vidrio
tiritando ruidos,
mientras el hierro, todopoderoso
-la sangre huele siempre a su óxido-
se bebía la libertad
en el juego de la noche.
Qué poco me interesa nada.
Cuánto me interesa todo.
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