sábado, 18 de octubre de 2008

Para DB

Había un murmullo de estaciones.
Y en aquel viaje sin retorno
mira tú si ladraba al Párkinson,
a pesar del desgobierno.

Había un murmullo de estaciones.
Y la intuición, de puertas abiertas,
barría una tarde de abstraciones,
de ausencias y cristales.

Era abrir los ojos,
y acudir el relámpago
para oscurecerlo todo.


Llegaste a ser
un palacio lleno de patios secretos
con galerías de bronce...

(Se arrastraba demasiada vida en los ojos,
entre cucharadas de silencio.
Menos mal que las hojas
hilvanaban la realidad).

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Hay un "hombre sin hombros" en la ciudad donde vivo que se viste de "calle" para parecer persona, para que los transeúntes no se asusten ante el cambio de su mirada, de sus mejillas hundidas o de sus pómulos mestizos clavados en su cara. En definitiva, hay un hombre sin hombros... Y existe una calle en mi barrio que madruga de madrugada para maquillarse y vestirse de hombre sin prejuicios, hombre que no juzgue el cambio inevitable de las calles por el paso de las décadas. Calle que se esconde entre sus calles congéneres mientras pide a gritos que no la delaten como calle cuando es hombre.

En definitiva, existe una calle...

Cuando "calle" y "hombre" se encuentran en la catedral de Granada por casualidad, ambos pactan el silencio, y se toman un vino fuerte en el bar más recóndito y vacío de la ciudad. "Calle" promete no fijarse en sus arrugas, mientras "hombre" jura que no volverá a prestar atención a la vejez cambiante de las calles. Ambos saben que se mienten, pero la mentira es tan dulce e ingenua que ninguno tiene reproches...

DB

8 comentarios:

  1. "Era abrir los ojos,
    y acudir el relámpago
    para oscurecerlo todo."


    Hay tardes realmente insoportables, en el que esperar es insoportable, abrir los ojos es insoportable, mirar cualquier cosa ya es de por si insoportable. Hasta quedarnos metidos en la cama bajo las sábanas sin que nadie nos vea es insoportable. Coño que insoportable soy...
    jajajaj
    Saludos

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  2. la calle fluye cuando el hombre va
    a su encuentro y la descubre
    agazapada y constante, como si fuera algo que no permanece. Al final
    se apaga el sémaforo y con él la farola.

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  3. Wenas!! ma gustao lo que has escrito ¿podría utilizarlo para un periódico que voy a hacer? la idea es hacerlo con la información que los propios ciudadanos producen para sus webs personales. Es una forma de dar voz a la gente de la calle. Se trata de una publicación semanal y gratuita que responde al nombre de MONZOGO y que en principio saldría sólo por Murcia y a muy pequeña escala.¿Qué te parece? ¿Me das permiso? Por supuesto, pondría la dirección de donde lo he sacado...
    Un saludo

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  4. "Y la intuición, de puertas abiertas,
    barría una tarde de abstraciones,
    de ausencias y cristales."

    Este trocito te ha quedado perfecto! Le sigues dando vueltas al cambio...supongo que debe ser el efecto del otoño.
    Un besote!

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  5. Un abrazo, cordobés. De insoportable nada de nada.Insoportable, si acaso, esa levedad del ser

    :)

    Sí, se apagan, P. Chincoa. Siempre nos quedarán las calles. Un abrazo.

    También para ti, querida bruji. No es que sea efecto otoño.. es efecto DB.. Snif. ¡BESOS!

    Y puntoE. Con ese nombre que tienes ¿¿¿¡¡¡cómo no te voy a decir que sí!!!!??? Gracias por tu visita, por tu mensaje y por esa petición tan amable. Ya me contarás más cosas de tu revista, y ya la leeré con tiempo. Gracias & besos.

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  6. Te leí de madrugada, ya sabes, a esa hora en que la noche despierta al vigilante para que nadie robe las farolas y ponga un cuenco lleno de ladridos azules para los gatos. En definitiva: me hiciste llorar.
    A esa hora en que la luna da un codazo con cariño a quienes roncan por no callar. A veces ni siquiera el sueño nos deja en paz. En la vigilia alzo los brazos para encontrar las paredes de la habitación. No estoy seguro, creo que son cuatro si no contamos la pared del techo...

    Miré entre los papeles y encontré un lápiz tapizado con una puerta blanca donde antes había una goma de borrar. Abrí el palacio donde aguardaban los secretos. El portero no quiso dejarme entrar. "O entras tu, o entran tus ojos": La sala no da para más. Esta literalmente llena, dijo.
    Tomé una cucharada de jarabe de silencio, pero nadie me oyó.
    El camino a casa estaba marcado por hojas de otoño marrones, como en aquel cuento breve.
    Y el aire aglutinaba tanto de lo uno y de lo otro, que tejió una rebeca para abrigar el cuerpo destemplado.
    En definitiva, de tu madeja de palabra, costurera, logré tejer una bufanda larga con las dos letras "db". Y con el resto del abecedario, me sobran letras como para montar una fabrica y abrigar el resto de los días.
    Si te da frío o te destemplas, no tengas miedo. He pasado la noche tejiendo y tejiendo. La que más te guste te la quedas. Es tuya. Es para ti. En definitiva, me hiciste plantearme hasta que punto la vida de uno es sólo de uno.
    Gracias por la entrada Madeja, no sabes cuanto.
    Gracias.
    Db.

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  7. GRACIAS... a ti DB.

    Siempre.

    GRACIAS.

    Lola

    :)

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  8. Es triste ese murmullo de las estaciones que, será por mi persona, evocan despedidas.

    Bellísimo poema!!

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