Fuiste amazona del Danubio entre las orillas de su cintura. Sus ojos eran como el invierno asomado a la tarde de Budapest. De malva se vestían los lunares, mientras el hambre devoraba los candados. La zíngara soñaba que Cohen le leía la palma de la mano para otear, a lo lejos, las señas del paraíso al que no llegaba ninguna estación.
(Take this waltz,
repetía la canción;
take this waltz
-cause- It´s all
that there is).
Marginada en la colina, despidió los colores de la tarde. So long... Marianne. So long. Un ángel derrama oraciones. You make me forget so very much. So very much.
(Take this waltz,
repetía la canción;
take this waltz
-cause- It´s all
that there is).
Marginada en la colina, despidió los colores de la tarde. So long... Marianne. So long. Un ángel derrama oraciones. You make me forget so very much. So very much.
Prometo que no volveré.
Murmullos de alambre en el centro comercial.
Murmullos de alambre en el centro comercial.
Y justo cuando yo había escalado toda esta ladera para lavarme los párpados bajo la lluvia.
ResponderEliminarQué listo es Cohen, y reir y llorar y volver a empezar. La historia de todo, la gran verdad.
Ya había pasado por aquí cuando Adriana me invitó a acompañarla a la entrega de premios.
Besos desde la ciudad de María Santísima, jajaja, qué buen tiempo tenemos.
Vale, te lo digo muy enserio...como sigas escribiendo así tendré que pedirte matrimonio...
ResponderEliminarQué precioso el poema con L.Cohen de por medio, me encanta desde siempre esa voz grave medio susurrante y tu poema también.
ResponderEliminarjaja...,tengo que reírme leyendo a ichiara.
¿Cómo son los murmullos de alambre...? Precioso final.
ResponderEliminarBello y tierno. Sosegado y delicado, también.
Me gusta el juego con la música.
Todo el mundo tendría que escribir un poema inspirado en un tema de Mr. Cohen.
Besos.
Más que escribir has pintado, ciudades y psicologías humanas, sueños y desengaños. Me encantó!
ResponderEliminar…solo falta la música…
ResponderEliminar¡¡No¡¡…esta ahí, bajo la tenaz melancolía de unas palabras que, por si solas, hacen que el otoño camine.
Un beso.
Sí Ichiara, el fantástico Cohen se las sabía -se las sabe- todas.
ResponderEliminarGracias por vuestros comentarios, Álvaro, alfaro, brujilla y havier.
Señor ML, el otro día hablaba (mejor dicho, escribía) de Ud. http://madejadeecos.blogspot.com/2008/10/veces-uno-se-atreve-vivir-me-refiero.html
Comparto su comentario, Sr. ML. Y añado un pequeño matiz... Todo el mundo debiera tener derecho a besar, una vez en la vida, a Leonard Cohen.
Un abrazo.