"bajadas las persianas la noche inunda a los días que ya no arañan" Porque es el balsámico con sabor a menta-poleo para las aves, que de día duermen... jajaja Saldos
Me gustan esos tachones que desafían la continuidad de las cosas y despistan la seguridad de los ilusos. Me gustan las persianas “a medias” para esas fotografías…a medias…que inundan, de luz, las sombras... ¿o es al revés?
Alfaro, nos vemos en el agua (que no en el fondo). Voy ahora para tu ciudad...
Cordobés: eres un caso. Un pajarraco, déjame que te diga... de ¡¡¡cuidado!!! Un besote gordo-gordo.
Gracias tb, Borja. He visto que lo has llevado a tu bitácora. Susto me da de que arda. Bss.
Havier: gracias tb por seguir pasando por aquí y quedarte entre tachones. Saludos
Retrofuturo: Un abrazo. También estar en los albores de la belleza, como en aquella poesía tuya, lo es. O se quiebre el sol bajo la yerma infinita. eres un gran escritor (y amigo).
Y A-Químico: Adoro tus comentarios. Habría que crear un blog aparte para ellos, porque son, en sí mismos, poesía pura, reflexión del instante, lluvia de las paredes que habito y que se derraman sobre estas letras náufragas que, a pesar de todo, siguen siendo supervivientes. MUCHAS GRACIAS. Cada comentario tuyo es como leer a Vallejo, o a cualquiera de los grandes: imponente.
Precioso...
ResponderEliminarEntre los tachones, los días, el precipicio, el vacío y el agua que no se deja arañar...
ResponderEliminarsin dudarlo me lanzo al agua, lola, pero ya...
"bajadas las persianas
ResponderEliminarla noche inunda a los días
que ya no arañan"
Porque es el balsámico con sabor a menta-poleo para las aves, que de día duermen...
jajaja
Saldos
Este poema quema. Es una pista.
ResponderEliminarMe gustan esos tachones que desafían la continuidad de las cosas y despistan la seguridad de los ilusos. Me gustan las persianas “a medias” para esas fotografías…a medias…que inundan, de luz, las sombras... ¿o es al revés?
ResponderEliminarUn placer leer tus…tachones.
Ya te lo dije. Que el miedo juegue al precipicio me parece algo terriblemente bello. Un abrazo.
ResponderEliminar"Juega el miedo al precipicio"...
ResponderEliminarEl miedo es una carta bajo la manga, y todos los trucos conoce. Entra en los casinos y hace estragos.
Pero siempre nos queda la suerte del principiante!
A veces el miedo nos teme a nosotros!
Perfecta entrada y enlace.
Un saludo,
Db.
Gracias, niño Ál.
ResponderEliminarAlfaro, nos vemos en el agua (que no en el fondo). Voy ahora para tu ciudad...
Cordobés: eres un caso. Un pajarraco, déjame que te diga... de ¡¡¡cuidado!!! Un besote gordo-gordo.
Gracias tb, Borja. He visto que lo has llevado a tu bitácora. Susto me da de que arda. Bss.
Havier: gracias tb por seguir pasando por aquí y quedarte entre tachones. Saludos
Retrofuturo: Un abrazo. También estar en los albores de la belleza, como en aquella poesía tuya, lo es. O se quiebre el sol bajo la yerma infinita. eres un gran escritor (y amigo).
Y A-Químico: Adoro tus comentarios. Habría que crear un blog aparte para ellos, porque son, en sí mismos, poesía pura, reflexión del instante, lluvia de las paredes que habito y que se derraman sobre estas letras náufragas que, a pesar de todo, siguen siendo supervivientes. MUCHAS GRACIAS. Cada comentario tuyo es como leer a Vallejo, o a cualquiera de los grandes: imponente.
Un besazo gigante.
:)