En la necrópolis reposaban los pozos,
en las cúpulas dormían las estrellas,
en las columnas se apoyaba el vacío,
en los museos...
en lo museos se mueren los restos.
jueves, 28 de febrero de 2008
domingo, 17 de febrero de 2008
En el mismo momento...
... en el que el actor se dio cuenta de que se estaba reinterpretando a sí mismo, bajó del escenario raudo, se quitó el maquillaje, se desnudó de aquellos paños, se miró en el espejo durante unos pocos segundos y terminó, apresuradamente y con muchas abreviaturas, el final de la historia. La escribió a lápiz sobre la madera lacada de su camerino.
Fue justo antes de que el desconcierto -al principio hermanado con los aplausos- diera paso a los pitos.
Entonces, sonrió al saber que los actores eran ellos y que él, por fin, volvía a ser el observador con derecho a iniciativa en aquel papel que estaba por escribir en el escenario de la vida.
viernes, 15 de febrero de 2008
Lema
He regalado los márgenes de mis páginas,
los renglones para las citas,
muchos minutos para componer décimas,
las espirales que cosían las posibilidades
de las alternativas abiertas al blanco;
y decenas de libros libres.
He hecho hueco para todas esas menudencias
que han ido llenando mi vida
con distintas grafías,
acampando por el mar de la mañana;
barriendo los despojos con cada nuevo naufragio
para preparar, rauda, el bote capaz de colocar la vida a salvo.
Y, a veces, eran tantas, que más que letras parecían algas
pegajosas, maromas atadas a la existencia,
y pecios moribundos asidos a los recuerdos.
Pero,
ahora,
estoy ocupada en un lema:
"SUSTRAERSE A LA ARBITRARIEDAD DE LOS CAMINOS DE LOS OTROS".
los renglones para las citas,
muchos minutos para componer décimas,
las espirales que cosían las posibilidades
de las alternativas abiertas al blanco;
y decenas de libros libres.
He hecho hueco para todas esas menudencias
que han ido llenando mi vida
con distintas grafías,
acampando por el mar de la mañana;
barriendo los despojos con cada nuevo naufragio
para preparar, rauda, el bote capaz de colocar la vida a salvo.
Y, a veces, eran tantas, que más que letras parecían algas
pegajosas, maromas atadas a la existencia,
y pecios moribundos asidos a los recuerdos.
Pero,
ahora,
estoy ocupada en un lema:
"SUSTRAERSE A LA ARBITRARIEDAD DE LOS CAMINOS DE LOS OTROS".
miércoles, 13 de febrero de 2008
OCURRE QUE...
...el nervio y el aliento, olvidados, se vuelven conformistas.
Y en las siestas grises, se enredan en batallas inservibles,
rompen los quebradizos barros que no albergarán
más que huidizas compasiones
por un vacío tan terrible como estúpido.
Y, ENTONCES...
¿qué más da lo que sí importa?
¿qué más dará nada?
Sólo quedarán los susurros de la memoria
que contarán agitados -por el miedo a que se repita la escena- que,
AQUEL DÍA,
el cuadro solo era una enorme e
INFINITA sombra...
Y en las siestas grises, se enredan en batallas inservibles,
rompen los quebradizos barros que no albergarán
más que huidizas compasiones
por un vacío tan terrible como estúpido.
Y, ENTONCES...
¿qué más da lo que sí importa?
¿qué más dará nada?
Sólo quedarán los susurros de la memoria
que contarán agitados -por el miedo a que se repita la escena- que,
AQUEL DÍA,
el cuadro solo era una enorme e
INFINITA sombra...
lunes, 4 de febrero de 2008
A flor de corteza
Había nacido con el alfabeto prendido a sus raíces. Era cuestión de tiempo para que
cada letra
pudiera significar lo preciso.
Fue así como los árboles aprendieron a leer en las manos de los otros las caricias, las derrotas, las miradas, los triunfos y las interrogantes ajenas
para hacerlas propias.
cada letra
pudiera significar lo preciso.
Fue así como los árboles aprendieron a leer en las manos de los otros las caricias, las derrotas, las miradas, los triunfos y las interrogantes ajenas
para hacerlas propias.
domingo, 3 de febrero de 2008
Un parpadeo
El pelo teñido de salpicaduras.
La vivienda alquilada a las habladurías.
El paraíso escondido tras la marca del agua. Lejos,
el escritorio cubierto de risas ajenas.
Los folios sembrados de cometas.
Y la mano, nerviosa,
movida por el hilo de nácar que las sujeta.
La vivienda alquilada a las habladurías.
El paraíso escondido tras la marca del agua. Lejos,
el escritorio cubierto de risas ajenas.
Los folios sembrados de cometas.
Y la mano, nerviosa,
movida por el hilo de nácar que las sujeta.
viernes, 1 de febrero de 2008
Interrrogante
Diamantes gastados por los ojos que los miran,
niños como escualos que nadan calles abajo,
puertas superlativas que encierran patios invisibles.
Y yo colecciono historias
para salvar el salto
que me espera.
niños como escualos que nadan calles abajo,
puertas superlativas que encierran patios invisibles.
Y yo colecciono historias
para salvar el salto
que me espera.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)