"Para eso está la poesía, para plantar batalla a las palabras acostumbradas,
para crear un nuevo lenguaje que muestre un nuevo mundo
o para intentar sondear en ese mundo inmenso e inefable,
intentar abarcarlo lo más certeramente posible".
Una saca un poema de Wislawa para empezar el recital en la Casa del libro y parece tranquila aunque, por dentro, su cuerpo es Paisaje con un grano de arena.
Presentación de Las palabras acostumbradas en la casa del Libro de Sevilla. 31 de enero de 2012 |
Tiene al frente esta imagen y oye las voces de los que han quedado fuera. Entre ellos, buenos amigos que no encuentran asiento y a los que no podrá saludar, como Ana Cirera Léon, Bernardino Mendez Sampedro o Jose Manuel Garrido Lora. Y entre murmullo y poema, un calor impresionante le incendia la cara.
Entonces, le echa el pulso a la tarde y continúa, aunque no sepa a dónde la conducirán tantos ingredientes en esta sauna de alejandrinos apretados.
No, no se nota, pero os reconozco que sin micrófono, con la música más alta de la cuenta y más inconvenientes de esos que no pueden contarse más que en las tabernas, me hubiera vertido, con enorme gusto, la jarra de agua en la cabeza -como me contaron (no sé si es cierto) que hizo una vez Pablo del Barco cuando presentó aquel libro del Agua-. Bien sabe Pablo de "El laberinto de las palabras".
Muchas gracias a todos/as por vuestra paciencia. En el vídeo, un pequeño resumen del acto, con un fragmento de la magnífica la presentación-crítica de Ana Isabel Alvea.
(Fotos de Raquel López Oliva)
Ana Isabel Alvea presenta el acto y reseña el libro |
Los amigos |
Enhorabuena Lola, qué bien acogieron tu luz y tus poemas, bien merecidos ambos, en el último escalón de enero.
ResponderEliminarUn beso