sábado, 10 de enero de 2009

Aves migratorias

La alondra que llevo en el bolso
duerme en el hueco
que hacen los pañuelos.



(...este absurdo resfriado
que me acompaña siempre
cada vez que te vas).

5 comentarios:

  1. Lola,
    qué preciosa la metáfora, el resfriado de la soledad, del abandono, de la ausencia...
    buenas noches, un beso.

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  2. Claro, se va y te entra frío :D


    ¡So preciosa!

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  3. Y por supuesto, ese resfriado que siempre parece acompañarte, andará guardado en el bolsillo cóncavo que se forma entre las costillas cuando se pliega el pecho ante un estornudo repentino.

    Al menos a mi me gusta conservar el olor y el sabor a resfriado de quien duerme y me acompaña. eso, y ponerle un poquito de "vis vaporub" en el entresuelo de los dedos de sus pies para que la descongestión la eleve sobre la niebla mundanal de la mañana y la acerque un poquito al cielo divino.

    Seguro que alguien hace lo mismo con vos a diario, aunque no lo diga y se lo guarde en el pensamiento como un servidor, seguro.

    Un abrazo Lola,
    Db.

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  4. Tres versos encierran el corazón de la dulzura.

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