y se pasa la vida esperando en la mesa del café a que alguien llegue,
como se pasa todo el mundo la vida esperando.
No vendrá nadie a sentarse al otro lado del tablero de mármol,
como se pasa todo el mundo la vida esperando.
No vendrá nadie a sentarse al otro lado del tablero de mármol,
y las manos seguirán sobre el bastón
y el hombre esperará inútilmente sin despegar los labios..."
Antonio Muñoz Rojas
y el hombre esperará inútilmente sin despegar los labios..."
Antonio Muñoz Rojas
Si Muñoz Rojas hubiera tenido en la mirada la perspectiva completa de la fotografía que le inspiró, tal vez sus versos hubieran sido distintos. Machado -el hombre que no tuvo tiempo o gusto para hacerse el nudo de la corbata- queda retratado en los versos con su porte, su gesto, su estar y su soledad. Una soledad que, como vemos, se armó, para la foto, a golpe de tijera. Corría el año de 1933 y la periodista Rosario del Olmo concurría, junto al fotógrafo Alfonso Sánchez, al madrileño café de las Salesas. Ambos morirían en sus exilios, aunque sean pocos los datos que tengamos de ella. Cada vez que enseño esta foto, disfruto del agradable asombro que provoca en quien la ve. El mismo que sentí yo hace unos años, la primera vez que me la mostraron.
El poeta Antonio Machado y la periodista Rosario del Olmo Almenta fotografiados por Alfonso Sánchez (1933) |
Machado siempre estuvo cerca, pero fue en el año 2009, como coordinadora del grupo La Madeja, cuando repasé su vida y su obra de forma minuciosa. Estaba preparando una actividad para la Feria del Libro de Sevilla que llevaba como título "¿Llegamos pronto a Sevilla?", tomando la frase que, según Corpus Bargas, dijera la madre de D. Antonio, agotada, en un dramático episodio capaz de hacerme un nudo en la garganta.
Caligramas para el homenaje a Machado realizados por el poeta y arquitecto Lorenzo Ortega |
Para ello preparé cuatro estaciones poéticas, partiendo del invierno del exilio para llegar a la primavera sevillana, que lo vio nacer. No queríamos homenajear al poeta muerto, sino al hombre vivo que nos dejó sus versos. Aunamos música, poemas de Machado, poemas propios, pintura y teatro experimental. Era el día que se inauguraba la Feria del Libro y la actividad, que tuvo lleno absoluto, contó con una subvención del ICAS. Unos meses después fuimos llamados para hacer algo similar en la Feria del Libro del Aljarafe (Sevilla). Nuestro itinerario había sido un éxito.
Me documenté mucho para preparar aquel dossier que luego fue palabra y piel. Releí a Machado en sus poemas, mantuve varias conversaciones con Paco Vélez -sabio de tantas cosas-, Presidente de la Asociación Feria del Libro de Sevilla por aquel entonces. Fue él quien me acercó a los últimos pasos del poeta en el exilio.
Tiré de otras muchas publicaciones, entre ellas las de F. Rubio y la de I. Gibson, y encargamos a la pintora Juana Pérez un retrato de Machado que estaría, sobre un caballete, en nuestro recital. Para ello elegimos el modelo de la conocida foto que tomara Alfonso Sánchez García en el Café de las Salesas. Muy ajena estaba yo, por aquel entonces, al precioso descubrimiento que haría, unos años después, de la mano de Enrique MF.
¿Quién era aquella mujer que aparecía en la foto, uno de los retratos más conocidos de Machado? Recordé cómo habían sido cortadas, manipuladas y sesgadas otras muchas fotografías a lo largo de la historia, pero eso no pudo con mi sorpresa.
Rosario del Olmo escribía para el diario "La Libertad" y entrevistaba a Machado ese 8 de diciembre de 1933. La entrevista apareció publicada el 12 de Enero de 1934, bajo el largo título de "Al comenzar el año 1934. Deberes del Arte en el momento actual". También está incluida en el libro "Antonio Machado. Escritos dispersos (1893-1936)", publicado en 2009 por la editorial Octaedro. Desde que vi esta foto completa, cada vez que la veo sesgada, no puedo dejar de acordarme de ella.
José Manuel Vilaboa Bernárdez me amplió los datos al enviarme, por correo postal, la entrevista fotocopiada que fue incluida en Antonio Machado. Prosas dispersas (1893-1936), editado en 2001. Redes sociales que unen, lecturas de las que aprender.
Ya sabemos, Antonio, "qué día, de qué año, en qué ciudad española..." y también con quién. Ustedes son libres de seguir viendo la fotografía del poeta sesgada de su contexto... o no.