martes, 10 de mayo de 2016

Los lectores dicen... (II)


Es este rumbo que a nadie pertenece el que dirige
mi paso nómada.
Este paso sin huella,
este ir hacia donde.

Soy un gesto prestado.


Y un límite


He leído dos veces en las últimas veinticuatro horas, “La muerte sobre un caballo pálido”.   Es el último trabajo editado por Lola Crespo, que lo subtitula con modestia como “apuntes para una tempestad”. 

Yo lo veo, como un Camino Iniciático, en el que ha plasmado algunas de sus experiencias culturales y humanas. Las primeras, como poseedora de una vasta cultura, y las otras, fruto de sus numerosos viajes por Europa, África y América del Sur. Ignoro si en este momento ha llegado a encontrar su Grial, pero en todo caso pienso que si no es así, está muy cerca de hallarlo.


En su obra, en la que emplea a veces metáforas muy claras y en ocasiones otras que no tiene por qué desvelar, manifiesta –positivamente segura de ello- que después de cada situación por difícil que se nos presente, habrá una Esperanza, aunque quizá haya que empezar de nuevo.
Isla decepción. Ilustración de Ángeles Fernández

          Como ocurre en las manchas de tinta del Test de Rorschach, cada cual identifica lo que cree conocer mejor, así yo, me he fijado especialmente entre todos sus versos destacables, en los siguientes: 


           Contar millas,
          enumerar puertos conocidos,
inventar islas,
creer que existen;
tal vez llegar a la mentira para desembarcar
y, por fin,

creerse a salvo
mientras galopa la muerte



Ilustración de Ángeles Fernández


Bravo, Lola

(Jaclo)

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