"Y la muerte, nadie la oía, pero hablaba muy cerca del micrófono".
LPV lee a P. Gimferrer antes de llegar a un cuadro de Fortuny
LPV lee a P. Gimferrer antes de llegar a un cuadro de Fortuny
Acto IV
(Fundido de entrada en verde. Nocturno. Ella no puede dormir porque un pez atraviesa su habitación de pared a pared).
¿Cuántos mares has visto en la penumbra?
La muerte también era un atributo de la belleza. Y sobrevino sin traerle un cigarro encendido en la oscuridad.
Acto V
(Ella sigue a oscuras.
Piensa -la acotación no indica quién- en la integridad de los colores. El discurso avanza sin anclarse en ningún territorio)
Renunciar a tu destino sería tan obsceno como encender la luz ahora.
Háblame, me dices.
Habla.
Acto VI
(Morir siempre es un acto fugitivo que sorprende al imbécil)
La dulzura, a veces, se manifiesta en formas insólitas.
Acto VII
(Ella puede volver a soñar. Es un hecho.)
Bastaría un dardo con tu aliento,
-dices -lirio roto-
o un verde traído de Nápoles para quebrar la simetría de la tarde.
Cuídate del veneno de mi nombre.
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